El Internado se prepara para La Fiesta de las Dos Lunas, que se celebra esa noche. Iván y Julia parecen en su momento más dulce como pareja cuando reaparece, sin previo aviso, el padrastro y antiguo amante de Julia, que vuelve con la firme intención de retomar su relación. Mientras, los chicos obtienen una nueva pista al registrar a fondo el ordenador de Martín, algo que parece explicar la relación entre Martín y los padres de Marcos y Paula.
Lucas encuentra en su cuarto el destornillador de su sueño premonitorio, el mismo con el que cree que su padre va a asesinar a alguien. Desesperado, le pide ayuda a sus amigas, y a Paula se le ocurre un lugar perfecto para deshacerse definitivamente del destornillador: el Polo Norte. Ella sabe cómo ir, entró allí las pasadas navidades, al seguir a Papa Noel a través de la chimenea de la biblioteca. Lucas le pide que le enseñe el camino.
Jacinta encuentra a Héctor tirado en el suelo de su habitación: se ha caído al suelo cuando iba a coger su medicina y ahora no puede moverse. Jacinta llega a tiempo de darle la medicina, pero no sale de su asombro, no sabía que Héctor estuviese enfermo y no comprende porqué lo ha llevado siempre en secreto. Lo que le queda muy claro es que la ampolla que le acaba de dar a Héctor era la última.